Los residuos tratados con recuperación energética son el futuro en gestión de residuos, pero en todo caso se debe respetar un orden jerárquico al cual la UE obliga a ceñirse. España está atrasada en su gestión de residuos. Por eso la Comisión Europea ya contactó con las autoridades españolas en mayo del año pasado y lo ha vuelto hacer este marzo de 2009.
Queda atrás el modelo encaminado a enterrar residuos y cobra peso la visión del residuo como recurso. Esta industria ambiental recoge nuevas tecnologías y leyes estrictas, pero necesita el apoyo de una sociedad concienciada.
La Unión Europea ha establecido una estrategia de gestión de residuos que requiere un orden jerárquico en los materiales que se puedan o no reutilizar (Ver arriba la pirámide del cuadro).
Queda atrás el modelo encaminado a enterrar residuos y cobra peso la visión del residuo como recurso. Esta industria ambiental recoge nuevas tecnologías y leyes estrictas, pero necesita el apoyo de una sociedad concienciada.
La Unión Europea ha establecido una estrategia de gestión de residuos que requiere un orden jerárquico en los materiales que se puedan o no reutilizar (Ver arriba la pirámide del cuadro).
Cada habitante, en España, genera unos 350 kg/año en deshechos. Según el Plan Nacional Integrado de Residuos 2008-2015, el 68% de los Residuos Sólidos Urbanos acaban en el vertedero, esto es, 238 kg/año por cada residente español.
Es las últimas décadas se han desarrollado opciones sostenibles como: la valoración energética o el compostaje de residuos orgánicos. La primera también es llamada planta incineradora y han sido mejoradas en los últimos años gracias a la recogida selectiva para su eliminación controlada. La segunda opción es una variante del reciclaje de residuos orgánicos que son descompuestos bajo condiciones controladas y que mejoran la calidad de los suelos (sin depósitos de fertilizantes nocivos, le provee nutrientes, etc.). La combinación de ambas se usa hoy en día como la mejor opción en Europa.
El Tratamiento Mecánico-Biológico (TMB) está en auge y tiene el objetivo de eliminar los contaminantes a la atmósfera que pueden originar problemas de salud (dioxinas, furanos y metales pesados) y debilitamiento del subsuelo (líquidos lixiviantes). También está la Digestión Anaeróbica: una serie de microorganismos descomponen material biodegradable en ausencia de oxígeno. El dióxido de carbono y el metano están entre los gases resultantes que serán usados más tarde para ser transformados mediante los biodigestores, dependiendo del material degradado, y usarlos, finalmente, como combustible.
Los residuos tratados con recuperación energética son el futuro en gestión de residuos. Pero deben respetar ese orden jerárquico que obliga la UE. Y se han de gestionar como establece la nueva Directiva Marco aprobada en diciembre de 2008 y que entrará en vigor dentro de dos años. Pretende dejar obsoleta la valoración energética y los vertederos. España se está quedando muy atrás y deberá reformular su gestión de residuos sin los vertederos de los cuales es muy dependiente.
La UE está convencida que unas leyes estrictas pueden estimular la innovación y el negocio, y a su vez, combatir el cambio climático para preservar la calidad de nuestras vidas. Su objetivo es reducir hasta un 20% las emisiones en 2020 (respecto a niveles de 1990). Esto exigirá un mayor uso de las energías renovables para lograr que el 20% del consumo total de energía primaria usada por la UE sea renovable, además de una mayor diversidad de fuentes de abastecimiento de energía para Europa.
Fosfoyesos en Huelva
Según el diario económico Expasión.com, el Ejecutivo Comunitario inició el 19 de marzo del presente año un procedimiento de infracción contra España. En la carta la CE solicita detalles sobre el depósito de residuos sólidos industriales en el estuario de Huelva por parte de una fábrica de fertilizantes en las marismas del río Tinto (Huelva).
España tiene dos meses de plazo para responder a la carta. España afirma que los fosfoyesos son un subproducto industrial y no un residuo, pero Bruselas entiende que “dado que la fábrica se deshace de esa sustancia, tiene que considerarse un residuo, y debe disponerse de un permiso para garantizar de que se gestiona correctamente”.
Si España sigue incumpliendo la normativa, la CE puede decidir elevar el caso al Tribunal de Justicia de la UE. Según el comisario europeo de medio ambiente, Stavros Dimas, hay muchos más casos en España de este tipo que le preocupan y exige que España adecue sus planes de gestión de recursos sin demora.
Fuentes:
http://europa.eu/pol/env/overview_en.htm
http://europa.eu/pol/env/index_es.htm
http://www.expansion.com/2009/03/19/economia-politica/1237467641.html
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